Este fue el momento en que se creó el Future Shock y a su vez, la bicicleta con más éxito sobre los adoquines de Roubaix en la era moderna. El Future Shock se sitúa por encima del cuadro, aislándote de la dureza de la carretera. Esto proporciona todas las ventajas de una conducción cómoda sin que ello afecte a la técnica o a la eficacia en cualquier condición de la carretera. ¿Pero qué pasa con una conducción equilibrada? ¿Qué pasa con la parte trasera?

Con la Roubaix y la Diverge, logramos una cantidad significativa de rendimiento en la parte trasera con la desviación de la tija de sillín y una abrazadera de tija de asiento caída. Eso mantuvo a nuestros ciclistas cómodos y potentes en el sillín sobre los adoquines y las carreteras difíciles, pero esa solución tenía sus límites.

A medida que el Gravel sigue evolucionando, nuestra tecnología de suspensión del ciclista tiene que evolucionar con ella. Los ciclistas llegan más lejos, van más rápido y recorren terrenos cada vez más difíciles. Sobre el Gravel y el terreno accidentado, necesitábamos más flexión y en una dirección muy específica. El movimiento del asiento debe contrarrestar la trayectoria de la rueda al pasar por los baches. Esto mantiene a nuestros ciclistas en una posición constante, independientemente del terreno, para que pasen por encima de los baches sin darse cuenta y puedan mantener la potencia y el control con confianza.

Mientras que la desviación de la tija de asiento puede proporcionar esta dirección óptima de desplazamiento, cuando se golpea un bache y la tija de asiento se desvía, almacena energía. Esto no es un problema con los niveles de desviación que vemos en la Diverge o la Roubaix, incluso con su diseño de abrazadera caída. La creación del mayor nivel de recorrido que necesitamos para absorber los golpes más grandes dio lugar a que la tija de asiento almacenara una energía significativa. Una vez absorbido el golpe, esa energía funciona como una catapulta para expulsar al ciclista. Algo que no es óptimo, por no decir otra cosa. Sabíamos lo que teníamos que hacer: crear más recorrido trasero en la trayectoria óptima, y conocíamos los problemas a resolver: controlar la energía que crea ese recorrido.

Nos pusimos a trabajar. Probamos con bicicletas con recorrido en un pedalier excéntrico. Intentamos controlar el recorrido con amortiguadores de aire en el tubo inferior. Probamos con tijas de sillín con amortiguadores integrados. Por muy eficaces y prometedores que fueran, no ofrecían la funcionalidad, la sencillez ni la ligereza que sabíamos que necesitaban los ciclistas. Muchos de estos conceptos también carecían de otro ingrediente clave: la capacidad de ajuste. El recorrido y su control deben ser ajustables para que cada ciclista, en cada talla, pueda obtener un rendimiento óptimo.

En la mayoría de los casos, un fallo rápido es un componente clave de la innovación, y la evolución de la suspensión del ciclista no fue diferente. Una a una, a medida que probábamos y eliminábamos soluciones, nos dimos cuenta de que teníamos la suspensión correcta en el tubo vertical. Sólo necesitábamos aumentarla, controlarla y hacerla ajustable.

Convertir este concepto en una realidad no fue tarea fácil. Para ello, contamos con Luc Callahan, nuestro jefe de ingeniería de carretera y Gravel, y con el período más largo de desarrollo comprometido para cualquier tecnología de carretera o Gravel. Creamos 352 muestras de cuadros para alimentar las pruebas y la validación, desarrollamos una batería de normas completamente nueva y luego realizamos literalmente millones de ciclos para validar que esta nueva tecnología estuviera lista para las pistas y senderos de todo el mundo. Después de tres años de largos días y noches, Luc y el equipo se habían inspirado en D'Aluisio y la habían hecho realidad para los ciclistas de Gravel.

Después de montar en algunos prototipos, es cuando empecé a creer en la tecnología. Teníamos que hacerlo realidad. Esto iba a ser realmente una evolución de Rider First, como nunca antes habíamos hecho. El alcance era enorme: nueve postes de cuadro distintos... que debían combinarse con seis tamaños de cuadro diferentes... sólo la matriz de pruebas de validación me provocó un mini infarto. Largos días y noches, así como los inevitables momentos de duda sobre si llegarás a la línea de meta. Pero con un equipo como el que teníamos, ¿cómo no hacerlo? Además, estábamos demasiado entusiasmados con el producto como para no rematarlo bien.
- Luc Callahan, Leader of Road and Gravel Engineering

Todo comenzó en aquel descenso de Eureka y la constatación de que un ciclista que flota por encima de las ruedas es un ciclista feliz, potente y seguro de sí mismo. En ese momento nació Suspend the Rider y creó la bicicleta más exitosa de la historia en los adoquines del norte de Francia. La Diverge STR con amortiguador delantero y trasero Future Shock toma ese legado y ofrece aún más suspensión para los desafíos únicos a los que se enfrenta el ciclista de Gravel. Es la solución más elegante, ajustable y sin fisuras que jamás hayamos creado. No te preocupes por todos estos años de sangre, sudor y lágrimas que se emplearon para su creación. Simplemente disfruta del trayecto.