Dejamos de preocuparnos por ganar o por la forma en que se supone que deben hacerse las cosas y, en cambio, buscamos la mayor expresión de calidad de conducción jamás creada. En el camino, rompimos las "reglas" de la fabricación de carbono, y rompimos las "reglas" no escritas de la conducción. Ah, y por cierto, con solo 585 gramos, es el cuadro para frenos de disco de producción más liviano jamás hecho; también rompimos esas reglas sagradas de la UCI. Es una revolución nacida de la inspiración.