¿Qué pasaría si usáramos cada gramo de experiencia que hemos adquirido sirviendo a los ciclistas durante los últimos 46 años y construyéramos una bicicleta hecha simplemente para el encanto de pedalear? Cuando nos embarcamos en este proyecto, nos prometimos que construiríamos una bicicleta que elevaría los momentos en el que el ser humano y la máquina se vuelven uno, cuando nos perdemos moviendo la bicicleta como si danzáramos en una escalada o cortando una curva. Bueno, lo logramos y, al hacerlo, la Aethos rompió en el camino todas las reglas de diseño, conducción y carrera. Y no lo lamentamos!